Un llamado a guerreros apasionados y consagrados.
Sin voces proféticas no habrá revolución que derribe la condición general de pecado en que se encuentra el mundo. El movimiento debe tener mensajeros. La trompeta debe sonar, de otro modo las tropas no se prepararán para la batalla.
Es tiempo de que el ejército se levante.
El Señor viene para dar poder, transformar, equipar y encender la revolución.
Este libro es para todos aquellos que dicen: Señor, cuenta conmigo. Léalo y adquiera el espíritu profético. Luego vaya y cambie el mundo. ¡Ese es su destino!